Saludos a todos, y que el SENOR les bendiga
en el día de hoy!
He recibido una carte desde el pastor en
Cuba con quien estamos colaborando. Es
una petición de oración y quiero pedir que nos acompañas en levantado una voz
para Cuba. Dice el hermano:
¡SE MANTIENE EN
PIE NUESTRO DÍA NACIONAL DE ORACIÓN POR LA SALVACIÓN ESPIRITUAL DE CUBA!
10 DE OCTUBRE 2011
Convocatoria para el Día Nacional de Oración por la
Salvación Espiritual de Cuba.
De: José
Enrique Pérez, Promotor de Oración, Convención Bautista de Cuba Occidental.
A: Intercesores de las Iglesias
Evangélicas de Cuba y de otras naciones que ruegan por un cambio espiritual en
nuestra amada nación.
Amados Hermanos:
¿TENEMOS AUN POSIBILIDAD DE TRANSFORMAR A CUBA CON EL MENSAJE DE
JESUCRISTO?
Las
palabras favoritas de Satanás son: “No lo puedes hacer.” Sin embargo el
problema imposible de hoy será: ¡el milagro del mañana! No olvidemos nunca que
Dios usa a las personas que nunca se dan por vencidas: “Ninguno que
poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.”
(Lucas 9:62)
Las
personas grandes son solamente personas ordinarias que tienen una cantidad
extraordinaria de determinación. Nunca es un fracaso hasta que uno se rinde.
Siempre es muy pronto para darse por vencido. “No nos cansemos de hacer
bien…” (Gálatas 6:9); “Porque siete veces cae el justo, y
vuelve a levantarse.” (Proverbios 24:16)
¡Aun
podemos cambiar el rumbo de nuestra generación!
Influenciar
y cambiar la cultura no es una innovación. La historia de la Civilización
Occidental, no puede ser realizada sin la inclusión de su herencia cristiana,
tal como la constitución, la igualdad del hombre y la mujer, el sistema de
justicia y la democracia. Necesitamos recordarnos a nosotros mismos que lo
nuestro no es una causa perdida. La iglesia es una realidad escatológica. Fue,
es y será el pueblo de Dios en peregrinación a su nueva tierra. El Cristianismo
ha influenciado la historia humana.
¡INTENTEMOS
CAMBIAR A CUBA CON EL EVANGELIO DE JESUCRISTO!; ¡INTENTEMOS CAMBIAR EL MUNDO,
MIENTRAS ESPERAMOS LA VENIDA DE CRISTO!
¡Nunca
ha sido más verídico que ahora que los cristianos de Cuba estamos escribiendo
la historia de nuestra nación!
¿CUÁL SERÁ NUESTRO OBJETIVO PARA EL PRESENTE DECENIO?
Los 10
millones de personas perdidas de Cuba son nuestro objetivo. Estamos dispuestos
a “remangarnos los pantalones” y cambiar lo que haya que cambiar para
llegar al corazón de esos 10 millones de personas perdidas.
TODO
COMIENZA CON LA ORACIÓN.
Cuando
Dios se mueve lo hace poniendo en las personas un sentimiento de orar por sus
lugares. Esto resulta en un misterio lleno de bendiciones. Cuando se hace un
llamado para orar por personas específicas de un lugar específico, nuestro
propio corazón se siente más compelido que antes, al ser parte del recurso que
Dios utiliza para hacer algo al respecto. Yo no puedo orar por personas y caras
que conozco sin que mi propio corazón se sienta movido y compelido a ser parte
de la respuesta.
COMPROMISOS
DE ORACIÓN CONJUNTOS
En los
tiempos de oración conjuntos no oramos por nuestras necesidades particulares
sino por lo que queda por hacer en la nación y que sabemos que Dios quiere que hagamos.
Es una oración a tono con el corazón de Dios. Dios quiere que cada hombre,
mujer y niño de Cuba, tenga la oportunidad de oír, palpar, sentir y recibir
el precioso don de reconciliarse con El.
¿CÓMO
INVOLUCRAR A TODO EL PUEBLO DE DIOS EN LA ORACIÓN CONJUNTA?
La vía
mejor que tenemos hoy para llegar a involucrar el millón de creyentes cubanos
en este clamor inusitado por Cuba, es el convencimiento personal que cada
intercesor logre con su hermano más cercano. Nuestro Señor nos enseñó una
técnica de propagación de ideas muy efectiva: la levadura que leuda toda la
masa. «El reino de los cielos es como la levadura que una mujer tomó y
mezcló en una gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa.»(Mt 13.33 NVI). De hecho esta es la mejor
estrategia para hoy, cuando carecemos de recursos financieros para hacer una
campaña publicitaria.
PETICIONES
PERMANENTES: Esta es
una lista de peticiones permanentes que pretendemos poner en manos de todos los
creyentes de nuestra nación.
1.
Ante
el eminente regreso de nuestro Señor, que no quiere que nadie se pierda, no
dejemos de clamar por los perdidos. (2 P 3.9). Ello lleva implícito nuestro compromiso
de oración por la salvación de 10 millones de cubanos. Si somos un
millón de cristianos en Cuba, la meta personal seria que cada creyente ore por
la salvación de 10 cubanos.
2.
Oremos por
nosotros mismos, por nuestras iglesias, por cada denominación cristiana de
Cuba, a fin de estar alertas y despiertos en espera del regreso anunciado de
nuestro Señor Jesucristo. (Mt 24.20-22)
3.
Oremos por la
unidad del pueblo cristiano en Cuba. Hoy somos más de un millón de cristianos
aislados, sumidos en nuestros propios intereses personales, con poco compromiso
por el Reino de Cristo.
4.
Oremos por
alcanzar la nación entera movilizando al cuerpo de Cristo en toda Cuba en un
esfuerzo por terminar la Gran Comisión. Que Dios nos conceda la meta de proveer
una congregación evangélica por cada asentamiento humano, vecindad de toda clase
y cualquier condición de gente en la nación entera.
5.
Hoy
es el día de nuestra oportunidad en Cuba. Esta ventana de oportunidad no
permanecerá abierta por siempre. Oremos para que Dios coloque un
compromiso en cada iglesia verdaderamente cristiana, en pos de hacer todo lo
posible e imposible en alcanzar nuestra nación para Cristo. Oremos
asimismo por una entrega de recursos crecientes en esta tarea durante los
años venideros y una administración fiel y acorde a esta necesidad básica.
6.
Oremos a favor de
nuestros gobernantes para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida
piadosa y digna. (1 Ti 2.1-2)
7.
Hagamos
pactos de oración a favor de otras naciones del mundo. En
tanto alcanzamos nuestra nación, queremos contribuir al avance del Reino en
todo el mundo. El impacto que el Espíritu Santo ha hecho en nuestra
nación, debe repercutir hasta las partes más lejanas de la tierra. Así como un
gran tsunami, que desde su epicentro puede llegar a las costas de naciones
distantes a miles de kilómetros; el impacto que el Espíritu está provocando en
Cuba, puede mover para bien las costas de otras naciones distantes, donde aun
no hay creyentes o la iglesia permanece dormida.
¡Gracias por su oración por
Cuba! La nación un día lo agradecerá
En el amor de Cristo;
(nombre de pastor)